lunes, 14 de abril de 2008

Psicología deportiva: Motivación (II)

En un artículo anterior dejé un link para descargarse una presentación que hice en la Real Federación Española de Vela sobre la motivación.
Me gustaría incidir en el caso.
El archivo se puede descargar aquí
En mi consulta empleo principalmente la fórmula adaptada sobre la motivación de la escuela de Iowa: Conducta=f(sEr) = f(D*K*sHr)donde:
sEr = Potencial evocador de respuesta
D = Drive o impulso
K = Motivación de incentivo o cantidad y calidad de la recompensa
sHr = Fuerza del hábito
Personalmente empleo una función adaptada que me ha dado muy buenos resultados:
M = f (O+D+I+sHr)donde:
M: Motivación, es función de...
O=Objetivo; una cosa muy clara, sin objetivo no hay motivación. El valor del mismo es lo que conocemos como "Deseabilidad del objetivo", es decir, cuanto más deseamos el objetivo (ganar un partido, clasificarnos para las olimpiadas, conseguir una marca, etc)más motivados nos encontraremos para conseguirlo. Pero un objetivo es una meta de alto rango, y para alcanzarla se deben establecer metas de rango inferior que nos marquen un camino a seguir para alcanzar el objetivo.
D=Cantidad de energía que aportamos para conseguir el objetivo, es decir, la involucración en los entrenamientos. Si de verdad deseamos el objetivo, aportamos más energía para conseguirlo y, de esta forma, aumentamos la motivación.
I:Dirección hacia el objetivo; cuando nos marcamos un objetivo debemos trazar un camino hacia su consecución, donde figuren progresos que debemos hacer para estar a la altura. Cuando alcanzamos alguno de estos objetivos secundarios somos reforzados puesto que es un indicativo de que estamos en el buen camino para alcanzar el objetivo principal, la dirección es la correcta. Por ejemplo, un tenista se puede marcar el objetivo de pasar las previas de un future, pero para ello necesitaría superar ciertos sub-objetivos como mejorar su golpe de revés, lo que supone un cambio de empuñadura. Cuando, probando la nueva empuñadura, empieza a meter buenos golpes, se refuerza, dado que aumenta la probabilidad de conseguir el objetivo, es decir, va por el buen camino. Por eso, esta capacidad reforzadora, se suele llamar a este término de la ecuación "incentivo", dado que aumenta la motivación para continuar mejorando, aportando retroalimentación sobre el estado actual en referencia al objetivo.
sHr: Este es un término también muy importante en la ecuación, dado que viene a ser definido como "autoconfianza en la capacidad para alcanzar el objetivo". Cabe preguntarse: ¿Alguna vez en nuestro pasado nos hemos propuesto un objetivo importante? ¿En el caso afirmativo, hemos alcanzado tal objetivo? ¿Hemos sido capaces de invertir tiempo y energía para alcanzar tal objetivo? ¿Tenemos las capacidades y voluntad suficiente para alcanzar nuestro objetivo? Si es así, podemos confiar en que aportaremos todo lo necesario para alcanzarlo.
Como vemos, la función de motivación es símplemente teórica, no se operacionaliza numéricamente, aunque en los experimentos de psicología en la década de 1940 sí se ponían valores a los términos de la ecuación; se trataba de una investigación de la teoría, no de una aplicación de la misma.
Desde mi propia experiencia, al descomponer la motivación en estos diversos factores, se obtiene una declaración de intenciones hacia la consecución de un objetivo, aspecto crítico de la motivación. Si tal objetivo está bien definido, descompuesto en sub-objetivos concretos y con una fuerte deseabilidad por parte del sujeto, la motivación alcanza valores deseables para cualquier deportista.
Hay otros aspectos de la motivación también interesantes como lo intrínseco o extrínseco de la misma, orientación hacia el logro o hacia la tarea, etc...que serán tratados en otro momento.

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