martes, 1 de marzo de 2022

 MÍ PSICOLOGÍA

Después de años de haber tenido apartado el blog, ante el aumentos de información aparecida en las redes sobre Psicología Deportiva, ahora vuelvo con una nueva perspectiva. Quiero explicar cómo veo la psicología desde la experiencia y posicionamientos filosóficos propios y extra-académicos.

Os gustará más o menos, estaréis  de acuerdo o no, pero intentad ser flexibles de pensamiento para luego juzgar. Estaré abierto a cualquier debate que surja en los comentarios.

Ahí va el primero.... Y no, no voy fumado... 

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¿Qué es psicología?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es psicología? ¿Y tú me lo preguntas? Psicología... eres tú.

Cuando empezamos a leer este artículo, lo hacemos con una motivación determinada, con unas expectativas, buscando un refuerzo positivo y apetitivo..., Cuando empezamos a leer este artículo activamos innumerables procesos cognitivos que la ciencia de la psicología intenta explicar. Pero, en principio, la Psicología (en mayúsculas) eres tú.

Con este artículo comienzo una serie de narraciones en las que intentaré plasmar, con simplicidad, mis puntos de vista sobre la Psicología, saltándome el aburrido, lento y burocrático ámbito académico. Hablo desde mi experiencia pragmática sumergida, en múltiples ocasiones, en el imponente ámbito del dogmatismo académico; no se lea acritud en estas afirmaciones, simplemente que la lentitud académica me desorienta.

Pero bueno, volvamos al hilo de este artículo: ¿Qué es la Psicología?

¿Y ahora qué? ¿Qué digo? ¿Con qué me enrollo? ¿Qué me invento?

Uno de mis principios básicos en la intervención en casos de psicología deportiva es que para modificar, eliminar o instaurar conductas, éstas deben ser atomizadas, reducidas a las conductas más elementales que componen las de complejidad superior. Lo mismo propongo para explicar un concepto tan polifacético como la Psicología, comenzar por los aspectos más básicos.

    Primer concepto básico: LA EXPERIENCIA EXISTENCIAL

¿Te das cuenta de que estás existiendo? Si la respuesta es “sí”, evidentemente estás existiendo, pero... Podrías no existir, algo que no entra en la psicología puesto que nunca se ha experienciado ya que, al no existir, no dispones de dispositivos biológicos para sentir experiencia.

Más de uno os habéis preguntado del porqué de la existencia pero, en un futuro próximo, se abordará la íntima relación entre psicología y religión, que tiene mucho que aportar a la respuesta de esta gran cuestión.

Pues bien, en principio existes, sientes la experiencia de estar vivo o viva.

Esto significa que dispones de de un complejo bioquímico que recibe, analiza, transforma y emite información sobre un continuo temporal y que ofrece una experiencia de existencia definida por determinantes de programación genéticos y ambientales.

Segundo concepto básico: EL CEREBRO

Existimos, por tanto, disponemos de un instrumento que nos ofrece esta experiencia, lo que solemos conocer en castellano como “cerebro”.

Estamos hablando de una estructura considerada como la más compleja del universo conocido (hasta que el mundo cuántico nos diga lo contrario), donde existen unas vías de entrada de información, que pueden ser externas (sentidos) o internas (señales fisiológicas o memoria) al cuerpo; éstas transmiten la información hasta las zonas de procesamiento, donde los datos son tratados con una intencionalidad determinada (excepto en los sueños y/o desórdenes mentales), ofreciendo una solución o experiencia. Cuando se trata de una experiencia no responsiva (imaginación, observación pasiva, hedonismo) la información nos aporta imágenes y premios químicos, sin activar vías de motricidad o respuesta verbal explícita; pero si el procesamiento nos ofrece soluciones de acción, la acción se propaga por las vías correspondientes al patrón de conducta elicitado, en forma de movimientos, gestos o expresión verbal.

Hemos adelantado que una de las informaciones que pueden ser procesadas en el cerebro son las señales fisiológicas (o somáticas, o kinésicas), lo que complica el artilugio, dado que el cerebro necesita (como cualquier sistema) una entrada de energía para poder realizar sus operaciones, las cuales, además de respuestas y experiencias, obtienen un sobrante residual que debe ser expulsado del sistema. Es decir, se necesita un soporte vital, un sistema que aporte energía, estructura física y elimine el producto residual, lo que en castellano conocemos como “cuerpo”.

Tercer concepto básico: EL CUERPO

Cualquier ser vivo, como sistema activo, necesita una estructura física de soporte y que cumpla las funciones básicas vitales como alimentación, respiración, expulsión de residuos, reproducción... 

La dualidad cuerpo-mente es un viejo debate desde hace miles de años. Pero, dejémonos de ñoñerías materialistas y entremos a saco en una de mis primeras afirmaciones polémicas: “todo el cuerpo está diseñado para el sustento cerebral y es la mente (la función experiencial del cerebro) quien determina las acciones del cuerpo en función de sus necesidades y las del resto del cuerpo, que también son las suyas”.

El cerebro siempre tiene necesidades, hasta cuando duerme; las necesidades del cerebro de los seres vivos versan principalmente hacia la supervivencia y la reproducción, pero en el ser humano encontramos ramificaciones motivacionales diferentes al resto de seres vivos; podemos entender esta afirmación mediante la intuitiva pirámide de Maslow, que atribuye motivaciones vitales a los seres humanos diferentes al resto de seres vivos (en algún momento tendremos que discutir en qué lugar situamos a los virus, ya que se escapan a la mayor parte de las explicaciones aquí vertidas).

Cuarto concepto básico: LA INFORMACIÓN

Es la base de la existencia. Si una información no es percibida por un receptor que disponga de la capacidad para procesarla, pues no existe. Puede existir lo que nunca se ha percibido, pero sólo en forma de información, no materialmente, como imaginaciones y fantasías; se pueden crear informaciones nuevas o productos de cualquier clase, pero hasta que no son creados no existen.

Cada uno de nosotros no es más que información, sólo información; trillones de átomos configurados en una combinación determinada, y si alguno de estos átomos cambia (que sucede todo el rato) ya no somos los mismos. El simple paso del tiempo (no os perdáis el futuro artículo sobre el tiempo) nos cambia; yo no soy el mismo que al empezar a escribir este artículo, dado que nos vamos moviendo continuamente por una línea temporal inevitable que lleva asociada un concepto conocido como “entropía”, una tendencia al desorden y el caos.

Por tanto, existe una cantidad de información ingente en el Universo que cambia continuamente y que sólo existe si es percibida, siempre es percibida en pasado, nunca conocemos el presente de nada de nuestro mundo.

Sin información no hay existencia. Sin tiempo, una información fija, no se percibe la experiencia.

Quinto concepto básico: LA PSICOLOGÍA

Con lo hasta aquí dicho, podemos empezar a intuir qué definición os voy a ofrecer sobre la Psicología (en mayúsculas):

“La Psicología, como experiencia, es un fenómeno mediante el cual, un ser vivo procesa binariamente, en un complejo sistema bioquímico, la información que llega a sus receptores y que aporta una experiencia sujeta a una línea temporal y crea en el organismo receptor motivaciones homeostáticas, hedónicas o reproductivas, a las que responde en función del resultado de procesar tal información".

¿Que no lo veis claro? Esperad a próximos artículos y os volará la cabeza.